Nuestra primera visita en pandemia dentro del programa Vivir y sentir el patrimonio
En este escenario de pandemia generalizado las salidas de campo han estado muy limitadas. Por ello, la autorización previa ha sido recibido con un gran entusiasmo por el alumnado y el profesorado.
La presente actividad pretende llevar a cabo un itinerario de carácter histórico-artístico, con ciertos añadidos de matices geográficos y urbanísticos, por áreas centrales de la medina cordobesa y barrios de la ajerquía próxima.
Los objetivos de la presente visita se centran en el análisis de la evolución urbana de la ciudad de Córdoba, en la apreciación de los diferentes usos del suelo a lo largo de los siglos y el resultado presente de las actuaciones del pasado. Esto nos facilita el disfrute de un entramado urbano determinado por las actuaciones humanas y la presencias de unas construcciones donde se advierte las modas artísticas que han ido configurando la ciudad.
Partido de la zona central de la calle José Cruz Conde, en la que podremos las actuaciones contemporáneas sobre un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, y la incidencia de la apertura de nuevas calles y alineamiento, y destrucción de las murallas. Se conjugan en estas actuaciones, que continuarían por la plaza de las Tendillas, las calles Alfonso XIII y Claudio Marcelo, los estilos artísticos del momento, como son el eclecticismo historicista, el modernismo y la introducción de la arquitectura racionalista. Estos elementos conviven con las referencias los hallazgos romanos del foro colonial y del templo romano.
Posteriormente, nos adentramos en la ajerquía, llegando hasta la Parroquia de san Andrés, inmediata a la calzada romana de la Vía Augusta y el circo; nuevamente, entramos en contacto con un barrio que mantiene una estructura laberíntica, surgida de los tiempos medievales y modernos, donde aparece ejemplos de las iglesias fernandinas o palacios renacentistas, como los de Luna y de Orive, muestra de la relevancia de este sector urbano durante la Edad Moderna, junto a la creación de la posterior visita a la Plaza de la Corredera, centro neurálgico de la urbe durante ese momento histórico.
A continuación, se efectuará un recorrido de la plaza del Potro y la calle de la Feria, junto a los vestigios de la iglesia del Monasterio de san Pedro el Real, el cual fue desamortizado a mediados del siglo XIX, quedando como único recuerdo los elementos anteriormente referidos, pasando la iglesia a convertirse en parroquia, bajo la advocación de Iglesia de san Francisco y san Eulogio. En este sector, las actuaciones bajomedievales primaron y revitalizaron el hábitat y reconfiguraron la ciudad por la pujanza económica de los gremios allí instalados. En tiempos recientes, la desamortización, determinó que se crease el barrio de san francisco sobre el antiguo huerto del monasterio.
Para finalizar, efectuaremos una visita a la zona meridional de la medina, en la que diferentes actuaciones durante la edad Moderna modificaron su fisonomía: la creación del colegio de santa Victoria, facilitó la introducción del estilo neoclasicista en la ciudad, junto a numerosas casas señoriales, y la estructuración definitiva en la zona de la Mezquita-Catedral -de la que no hablaremos, salvo de la Puerta del Perdón y la torre-campanario renacentista- y el Obispado.
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