El día 21 de marzo de 2021, los grupos de la materia de Economía de 2º de Bachillerato C y D del IES El Tablero, dirigidos por la profesora Ana Chamorro, a la localidad cordobesa de Montilla.
En primer lugar, se efectúa una visita guiada, con personal especializada a las instalaciones de una bodega para conocer el proceso de elaboración, crianza y envejecimiento del vino, finalizando con una degustación en la sala de catas, ofreciéndose mosto a los alumnos menores de edad.
En segundo lugar, se realiza una visita las ruinas del antiguo Castillo-Alhorí Ducal de Montilla. Ubicado sobre una antigua fortaleza en la que nació en 1453 el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba y Aguilar, donde permanecería hasta cumplir los doce años de edad. En su interior, se hallaba el Alcázar, suntuosa residencia palaciega que contaba con magníficos salones y un gran patio de armas capaz de albergar más de 400 caballos. Sin embargo, el desacato del Marqués de Priego hacia el Rey Católico motivó que éste mandara derribarlo en 1508. Sus restos se utilizaron en la construcción de un nuevo palacio y otros edificios. En 1722 el Duque de Medinaceli manda construir el actual Alhorí, al objeto de ser utilizado como granero, sobre las antiguas ruinas del Castillo. Desde su plataforma se otea una de las mejores vistas de las que brindan las villas-fortaleza de la campiña.
En tercer lugar, se lleva a cabo un recorrido por la casa del Inca Garcilaso. Treinta de sus 77 años de vida los pasó en el número 3 de la calle Capitán Alonso de Montilla (Córdoba), en una casa que hoy se conserva a la perfección y que se puede visitar gracias a una reforma acometida en los años noventa del siglo XX. Este personaje nació con el nombre de Gómez Suárez de Figueroa el 12 de abril de 1539 en Cuzco (Perú), capital del imperio Inca. Su padre fue el conquistador extremeño Sebastián Garcilaso de la Vega y su madre la princesa inca Isabel Chimpu Ocllo, sobrina de Huayna Cápac, emperador bajo cuyo reinado el imperio Inca alcanzó su máxima extensión. Vivió en Perú hasta la muerte de su padre. Entonces se decidió a cruzar el océano Atlántico hasta llegar a Montilla, donde su tío, el capitán Don Alonso de Vargas, lo acogió en su casa en el verano de 1561. Escribió en Montilla algunas de sus obras clave como Comentarios Reales —en la que muestra la cultura, vida y costumbres incaicas previas a la dominación hispánica—, La Florida del Inca, Historia General del Perú, o la traducción de Diálogos de Amor, de León Hebreo. Recorriendo sus estancias es fácil adivinar el ambiente de sosiego y creación que se respiraba en sus frescos patios y en el despacho, presidido por su retrato, obra de Francisco Gómez Gamarra, y por dos banderas: la española y la peruana.
REFERENCIAS:
FERRER, L.: En la casa del Inca Garcilaso de la Vega en el centro de Montilla, El Diario, 11 de marzo de 2019.
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